Probando un día una preparación comercial que se llamaba hamburguesa de pescado o así, cuyo contenido en animal marino daba mucho que desear y la cantidad excesiva de sal del preparado haría botar de miedo a cualquier individuo hipertenso y acostumbrado como yo a comer con la sal justita. Decidí hacer mi propia hamburguesa de pescado en este caso de merluza.
Utilicé:
- 5 o 6 filetes de merluza sin piel
- Dos ajos
- ½ cebolla
- ½ zanahoria
- 1 pimiento verde o uno morrón
- 2 huevos
- Pan rallado
- Sal, pimienta, eneldo, perejil
- Un chorrito de vino blanco y otro de limón
Desmenucé la merluza y con unas tijeras también la fui picando pequeñita y vamos uniendo todos los ingredientes hasta conseguir una masa que no se deshaga para lo cual vamos añadiendo el suficiente pan rallado(algunas veces le pongo salvado de trigo junto al pan rallado). Formamos unas bolas que apretamos para que quede compacta y seguidamente aplastamos para darle forma de hamburguesa. Rebozo con harina y a la sartén que se vaya haciendo con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. El colorido y el sabor que le dan a la hamburguesa las verduras le dan una alegría a la vista que resulta apetitosa incluso para los reacios al pescado. Con un simple tomate frito envasado o casero combina a la perfección.
Creo que se pueden hacer hamburguesas con cualquier alimento, el secreto es que quede compacto y la combinación de sabores acertada.
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